Escrito por: Jordy Triana
Ese 24 de abril del 2010, día tan esperado por este joven que había luchado por ese momento tan esperado, 4 meses de entrega total lucha, compromiso y amor propio por la camiseta, había llegado su plazo final, ese día que fue de total claridad, una jornada poco común en la ciudad de Bogotá, era diferente no era oscuro, frio, ni sombrío como la antecedía la semana inmediatamente anterior, era un cielo despejado, con un azul puro e imponente que hacia ver o dejaba vislumbrar que el espectáculo futbolístico era indudable no había excusa alguna para que los dos equipos mostraran toda su gallardía y experiencia a lo largo de su trayectoria.
Este encuentro que se desarrollaría a las 6 de la tarde,
en el estadio de compensar, empezaría para este joven, como esa oportunidad de
brillar, salir del anonimato y desplegar todo su talento que lo había llevado a
ese omento tan trascendental en su vida como jugador de futbol.
Un día lleno de incertidumbre, de angustia y ansiedad por
llegar al estadio, el joven sabia que
era la oportunidad de su vida y no la podía desaprovechar, el día pasaba cada
vez mas lento la ansiedad lo atrapaba, era indudable que quizá su inexperiencia le jugaría una mala pasa.
Finalmente llego la
hora en que dejaría su hogar, era hora de concentrar con el equipo para lo que
seria esta final, al llegar al lugar él podía observar que la angustia que
tenia no era solo de él, observaba las caras de sus compañeros, que a pesar de
su experiencia se sentían ansiosos por entrar a la cancha y ganar ese partido
tan importante.
Los 23 jugadores inician su etapa de calentamiento, y las
tribunas poco a poco se llenaban, la expectativa de las familias e hinchas era
total, sabían que este equipo a lo largo
del torneo había desplegado un muy buen futbol y eran favoritos ante un Monserrate
que sin mucho brillo había llegado a esa final a punta de lucha y pundonor, que
sabia de sus defectos pero que no importaban porque era un grupo bastante unido
y tenia fe.
Era las 5:55 pm, estaba a cinco minutos de saltar al
terreno de juego, el corazón palpitaba aceleradamente, las piernas parece que
no respondieran, el viento en la camiseta era absoluto y la concentración a
tope para ingresar al terreno de juego.
El arbitro central da la señal para ingresar al campo de
juega, el joven con la camiseta catorce disputaba su primera final, y era inevitable
que no se podía retroceder el tiempo,
nadie mas podía hacer nada por el, todo el trabajo de, la semana se vería
reflejado en 90 minutos, en que por un error por mínimo que fuera se perdería o
ganaría el tan apreciado titulo.
El equipo Centenario Kimo se corono campeón en definición por penales./ Foto:Daniela Montero |
El titúlo era de Centenario Kimo y primer campeonato en la categoria mayor para el jugador revelación del torneo Jordy Triana.
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